La amenaza de los estúpidos

Una persona estúpida es una persona que causa un
daño a otra persona o grupo de personas sin obtener,
al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso
obteniendo un perjuicio.

(Tercera Ley Fundamental de la Estupidez Humana)

Cuando en su Tercera Ley Fundamental de la Estupidez Humana, C.M.Cipolla analiza Estupidez y Poder, no conviene caer en el error de pensar que los estúpidos son nuestros gobernantes. Si observamos con atención la gráfica propuesta de distribución de las cuatro clases en la especie humana, un político difícilmente estaría en el tercer cuadrante (los Estúpidos), sino en el primero o el cuarto: o Inteligente o Malvado.

«Como ocurre con todas las criaturas humanas, también los estúpidos influyen sobre otras personas con intensidad muy diferente. Algunos estúpidos causan normalmente sólo perjuicios limitados, pero hay otros que llegan a ocasionar daños terribles, no ya a uno o dos individuos, sino a comunidades o sociedades enteras.»

No debemos olvidar que como «la probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona» (Segunda Ley Fundamental), siempre existirá una fracción Σ desconocida de estúpidos dispuesta a causar perjuicio sin obtener beneficio alguno a cambio.

«En el seno de un sistema democrático, las elecciones generales son un instrumento de gran eficacia para asegurar el mantenimiento estable de la fracción Σ entre los poderosos.

Hay que recordar que, según la Segunda Ley, la fracción Σ de personas que votan son estúpidas, y las elecciones les brindan una magnífica ocasión de perjudicar a todos los demás, sin obtener ningún beneficio a cambio de su acción. Estas personas cumplen su objetivo, contribuyendo al mantenimiento del nivel e de estúpidos entre las personas que están en el poder»

La cuarta Ley Fundamental de la Estupidez Humana, dice claramente:

«Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas.» y la Historia está repleta de la huella que los incautos van dejando.

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