
Más de un año para que una potencia militar de primer orden se adueñe de una parte de un país vecino… pero empleando una contrata de matones. Un país invadido militarmente que tiene apoyo internacional, pero a cambio de no atacar al país invasor. ¿Complicado de entender?
Dos países vecinos y en manos de las respectivas familias mafiosas, Rusia y Ucrania, compiten por el acceso marítimo al Mar Negro, camino necesario para la conexión marítima con el Mediterráneo y por tanto vital para sus intereses económicos. Ponerse a luchar uno contra otro solo significa pérdidas económicas, cosa inadmisible en el negocio. Es indispensable para ambas partes financiar esa competición, y hay que representar una historia para que el resto del mundo participe… pero sin enterarse.
Para contar esa historia harán falta dos “protas” uno para cada bando: uno de los bandos será el de los malos y el otro, lógicamente, el de los buenos.
Para el bando de los malos los del casting han elegido un personaje con cara de malo de Spectra y lo presentan como leyenda de la inteligencia del KGB, que eso impresiona mucho.
Para el bando de los buenos, han elegido a un cómico y le han colocado un jersey de color de semblanzas militares.
El argumento elegido es el siguiente:
el malo alquila, lógicamente, los servicios de otro malo, de un anciano ruso que tiene un negocio que llama Wagner y que consiste en utilizar a desahuciados mentales y psicópatas reclutados en psiquiátricos y prisiones de Rusia para asesinar masivamente a cambio de aliviarles sus instintos básicos. El yayo se encargará de que sus psicópatas vayan a asesinar civiles en Ucrania, recreándose en el terror; pero no en cualquier sitio de Ucrania, no, solo en la zona costera del Mar Negro, y la más próxima a la península de Crimea. ¿Motivo?. Esto… pues no sé… ¿acabar con el nazismo imperante en Ucrania, quizá?. Puede servir. Total, va a dar igual…
Bueno, pues ya está financiado el bueno. ¿Y el malo? ¿Quién lo va a financiar?
Haciendo honor a su leyenda de retorcido hombre de la inteligencia rusa, el malo ya se encargó tiempo atrás de mover determinados hilos en la tierna Unión Europea de modo que la UE, entusiasmada en una mítica agenda para alcanzar el caos en el 2030, consiguiera tener fuerte dependencia energética de Rusia. Lo demás, ya es fácil: mira que hace frío… que te voy a cortar el gas… que no vais a tener para calentaros ni producir electricidad… Bueno… que puedo hacer un esfuerzo… vale… pues os seguiré vendiendo gas…. lo único que os va a salir caro de cojones…
Los actores que hacen de extras, que carecen de importancia son, por un lado miles de ucranianos civiles, mujeres, niños y ancianos y soldados y voluntarios ucranianos embriagados sobretodo de fervor patrio y coraje admirable. Por otro lado unos pocos soldados del ejército oficial ruso embriagados de vodka y temor a sus amos. Y por un tercerlo los “pueblos soberanos” esclavos de la UE, dispuestos a financiar sin saberlo el negocio de las mafias… y sus socios inevitables. Bueno, y con suerte algunos de los «recursos humanos psicópatas» del chiringuito del yayo ruso.
Póngase cómodos y observen la película…