Elías es un hombre feliz. Elías es un ecologista concienciado escrupulosamente con el cuidado del planeta. Elías hace años que no utiliza plásticos; ni siquiera tiene tarjeta de crédito porque utiliza un reloj que gestiona dinero.
Está muy contento desde que pudo comprar un magnífico coche eléctrico.
Eías está viajando ahora en avión. Va en uno de los avioncitos que se ven llegando a Santa Lucía, ahí, abajo y un poco a la derecha de Puerto Rico.

Encontró un billete a buen precio. Ayer salió por la tarde de Madrid en una Airbus A320 hacia Heathrow, esperó allí unas 12 horas y luego tomó un avión enorme, un Boeing 777 hacia Hewanorra, en Santa Lucía, a donde llegará hacia las 15 horas de hoy.
Pero el viaje merece la pena. Va a reunirse con su mujer, que viaja en un crucero que también está a punto de llegar a Santa Lucía. Hace el viaje con su mamá (una antigua promesa que le hizo) y van en un crucero precioso con 2.150 pasajeros ¡y 728 tripulantes! ¡una pasada!.

Para entretenerse durante el viaje, Elías, preocupado por el medio ambiente, hace cálculos. Los dos aviones en los que ha viajado iban petados de gente. El Airbus A320 llevaba 211 pasajeros y estimó unos 9 truipulantes. 220 personas que cada una deja una huella media de CO2 estimada de 285 grs/kilómetro, y calculando unos 1.300 Km. de Madrid a Londres serían unos 81.510.000 gramos, ¡unas 80 toneladas de CO2! ¡¡y hay más aviones en vuelo !!.
Elías está horrorizado. Casi no se atreve a calcular el vuelo del Boeing que, afortunadamente solo llevaba 293 pasajeros. Calculó unos 15 tripulantes y unos 6.500 kilómetros, de modo que… a ver… 308 x 285 x 6.500… 570.570.000 gramos ¡¡¡ más de 500 toneladas de CO2 solo su avión !!!. Piensa en el número de Boeings cruzando el Atlántico y cruza los dedos deseando que no lleven más de 10 0 12 pasajeros cada uno.
Presa de una súbita bajada de presión arterial, Elías se queda adormecido. Pero en el sueño le asalta la pesadilla de la contaminación de los barcos ¡miles de enormes barcos! ¡y muchos llevan contenedores en vez de personas!.
Elías se despierta con un sudor frío. Recuerda haber leído que 200 cruceros medios en un año generaron más de 100.000 toneladas de óxido de nitrógeno ¡¡ sin contar petroleros, cargueros, pesqueros… !!, y que una sola compañía (Carnival nosequé) englobando varias empresas emitió casi 10 veces el total de óxido de azúfre que generaron los 260 millones de coches de la UE, Islandia, Noruega, Montenegro y Groenlandia.
¡ Y tienen que volver a Madrid !.
Menos mal que en pocos años no solo los millones de coches sino todos lo aviones y barcos funcionarán con motores eléctricos ¿quizá eólicos pero con fabricación menos contaminante que la de los aerogeneradores actuales? ¡Ojalá!.
Será una maravilla ver los aviones en los aeropuertos y los barcos en los puertos enchufados cargando sus baterías. Elías sonríe ilusionado.
Él sabe que los líderes que han creado la Agenda 2030 lo van a conseguir. Si, muchas baterías… muy grandes… ¿de dónde saldrá tanto litio o lo que sea?… pero seguro que ellos pueden. Hay muchos planetas que ya están a tiro de piedra como aquél que dice.
Los líderes siempre lo han dicho. Hay que confiar. Y Elías pone su granito de arena.