A este personal que el pueblo soberano ha tenido a bien elegir para que nos gobierne, se les infla la boca cuando hablan de la competitividad. Dicen ellos que somos un país altamente competitivo. Y si lo dicen, ellos sabrán porqué.
Lo que aparece nítido y evidente es que cuando alguno de los negociados/chiringuitos/garitos que manejan ellos con el dinero nuestro, se pone en plan tesnológico/sofisticado, conviene echarse a temblar..Ya ocurrió con el avanzadísimo invento del DNI cibernético que sólo parece funcionar si previamente le has pagado a Bill Gates un pastón por una de sus licencias de Windows. Los usuarios de otros sistemas operativos debían esperar pacientemente a que hubiese dinero para las famosas externalizaciones de los trabajos que la Administración no puede -o no quiere- acometer, para adaptar chapuceramente el programa «de Windows» a otros sistemas.
Ahora Renfe, otro de los parásitos monstruosos del Estado, se nos ha puesto competitiva. Ya en su momento lanzó a bombo y platillo la «compra de billetes por internet», que -por supuesto- sólo podía hacerse previo pago al señor Gates de sus licencias Microsoft y que así persistió durante largo tiempo. Y ha vuelto a demostrar su incapacidad -o desconocimiento- para hacer las cosas medio bien. Anuncia, con sofisticada modernidad y jovial tuteo en un correo, que ya tiene «app» para teléfonos móviles. Pero claro, sólo para masificaciones: Apple y Google. Los usuarios de BlackBerry no cuentan para los agresivos CEO’s y demás especies chupópteras de Renfe.
La idiocia agrava su impacto cuando repercute en el bolsillo del paganini de siempre.