Un follonero de laboratorio

El Follonero, aquél personaje que a principios de siglo deshacía entuertos en la televisión española parece que ha vuelto… aunque ahora los jeesentuertos son más internacionales y misteriosos y «sale» en una cadena de TV internacional.. Ahora se hace llamar Edward Snowden, aunque su look no ha cambiado mucho: mirada miope, gafas estrechas montadas al aire con toque retro y barba con apariencia de descuido. Y lo más importante: empeñado en salvar al mundo de las injusticias. Lo afirma él mismo: «No puedo permitir al gobierno de Estados Unidos destruir la intimidad y las libertades fundamentales.». Ya lo han oído (bueno, en este caso leído). ÉL no está dispuesto a permitirlo.

Y nos han contado que debido a este follonero, el mundo occidental  ha comenzado a temblar.

La historia que narra la administración norteamericana es que Snowden trabajó durante un mes en una oficina de la Agencia Nacional de Seguridad en Hawai, donde tenía acceso a los secretos mas celosamente guardados por los USA, y que entonces le dio por montar su Cruzada e hizo una copia de los secretos y se los llevó. Y para evitar los atropellos del gobierno norteamericano, los ha ido contando por ahí.

Los principales países europeos se han apresurado a montar la coreografía y sus prima donna de los servicios de inteligencia han ido raudos, cada uno a su Congeso, a jurar por lo que haga falta que ellos fechorías ni una; que todo de buena ley. Faltaría más. Pero eso sí, que están muy disgustados por la forma rastrera en que se han portado los yanquis. Y mientras, los yanquis lloran cual inconsolables plañideras que Snowden les ha hecho muuuucha pupa.

Ya.

Pero… ¿en qué consisten esos secretos tan secretos?. Pues según el storyteller,  los norteamericanos analizaban todo el tráfico electrónico del mundo mundial; todas y cada una de nuestras conversaciones telefónicas, chats, videollamadas, correos electrónicos, whasapes y asimilados, redes «sociales», etc., etc., etc.    Vamos, que La Vieja’l Visillo al lado de la NSA una aficionada.

Todo esto es lo que el catecismo de los «servicios de inteligencia» dice que hay que creer. Pero es que hay cosas que hasta al más lelo le cuesta tomar en serio:

Los únicos currantes

¿Por qué ése interés en que creamos que una sola organización (la NSA), y encima sometida a los presupuestos nacionales, tiene capacidad para controlar la totalidad del tráfico electrónico del planeta? ¿Y el resto de organizaciones de la comunidad de inteligencia norteamericana, incluidas las agencias que operan fuera de los presupuestos oficiales?

Los accesos a los secretos del más poderoso servicio de inteligencia mundial

Pretenden que creamos que los tan sensibles secretos fueron accedidos en Hawai, y que los accesos a tan sofisticada información, dependían de una simple contraseña. Es decir: los secretos más comprometidos custodiados por EEUU o los tienen almacenados en un ordenador en Hawai ¿? o en uno ubicado en USA al que igual que se llega desde Hawai robando una contraseña, se puede llegar desde Burgos. Y si los tuviesen en Hawai, no quiero imaginar la maraña de cables llegando a las islas para traerles en streaming la totalidad del tráfico electrónico del mundo mundial.

Qué saben

Sólo en España, con lo de las tarifas planas de telefonía, ¿almacenan todas las conversaciones de hora y media de mi cuñada con su amiga Paca?. ¿Tienen almacenadas mis llamadas al 902 de turno con todos los «menús de voz», musiquillas espantosas incluidas?. ¿Se quedan con los contenidos o sólo con los números de los que hablan y fecha, hora y ubicación?. Para los contenidos de todos no tienen capacidad ni de proceso ni de almacenamiento, por más redes de servidores que pusieran, y los datos origen/destino/fecha/hora/lugar solos no sirven para «casi» nada si se ignora el contenido. El «casi» es para lo mismo que Google, redes «sociales» y demás: para establecer las cadenas de quién se relaciona con quién y crear una base de datos de perfiles sociales enlazados. Luego lo obvio es que seleccionan objetivos concretos o muestreos ocasionales, y para ello tienen medios más que sobrados, desde leyes hasta medios técnicos.

El mensaje estúpido

Con ése mensaje de «sé lo que estás haciendo y donde estás», destapan su impotencia. Si quiero hacer llegar los planos y detalles para una fechoría a un compinche, ya me están diciendo que no lo haga por cacharrería electrónica que me avisan están controlando, así que emplearé el correo postal, o las palomas mensajeras, o un dispositivo de almacenamiento (cd, soporte usb, etc.) llevado en mano, o una inocente fotografía de albóndigas en salsa publicada en una inocente página web de recetas con un estego-mensaje, o lo ocultaré en el mango hueco de una fregona, o en un bocadillo de mortadela o se lo entregaré para que lo lleve a mi vecino el jubilata.

La contradicción

La verdad es que los estadounidenses parecen vivir en un estado permanente de contradicciones. Por un lado nos inundan con sus bruceswillys, stevensesseagales y harrisonfordes salvando al mundo entero y por otro nos quieren convencer que sus secretos más importantes dependen de que un pavo tenga una contraseña y acceda a poco menos que un PC de 200€.

Si no estuviesen tan obcecados ellos en sus fantasías pueriles, y nosotros en creernos hasta que Superman existe (en España hay tíos de 30 tacos que se creen que los paisanos con sotana de Matrix pueden volar de verdad), nos daríamos cuenta que la realidad es mucho más simple. Por ejemplo: la empresa israelita CheckPoint es. desde hace mogollón de años, líder mundial indiscutible en software y hardware de control de acceso a sistemas informáticos; y los principales gobiernos, policías, sedes militares y servicios estatales del mundo occidental utilizan sus famosos cortafuegos (especie de puerta de protección). ¿Qué significa eso?. Dígamelo usted. ¿Qué opinaría que puede hacer el fabricante de las mejores puertas de seguridad del mundo con las puertas que le compran las personas más interesadas en protegerse con lo mejor?. Pues eso.

Entonces, ¿qué persigue esta gente en realidad?

Pues tratándose de una oficina que vive exclusivamente de los presupuestos oficiales que le asigna el Congreso, lo que han conseguido inmediatamente después del «asunto» Snowden:  unos 100 millones de dólares para evitar «fugas» como la «ocurrida» y las coletillas habituales: el terrorismo, la destrucción masiva… bla, bla, bla.

Lo peor de ésta truculenta historia es que no sólo el storyteller y sus amos son unos majaderos, sino nosotros unos necios en secundarlos. Cuando el director del CNI dice estar seguro al 99.9% de que USA no nos espía, no puedo evitar pensar si este hombre es tonto (que me da que no) o tiene mala leche. En todo caso me escuecen los euros que me coge el gobierno para pagarle y mantener su chiringuito.

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Una respuesta a Un follonero de laboratorio

  1. yo dijo:

    Esto lo hace un pais como Venezuela o Ecuador y ya estan enviando tanques y «drones».

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