Típico tópico obrero

¿Por qué algunos  líderes sindicales se dirigen a la masa hablándole a gritos?. Existen otros líderes sociales pero la frecuencia e intensidad de los gritos es ostensiblemente menor. Entonces ¿por qué se le grita de ésa forma a algunos obreros?

Se dice que sólo un 7% de la información que extraemos de una conversación, nos llega a través de las palabras. La intensidad, volumen y el tono de la voz nos aportaría un 38% de la información que se nos está transmitiendo, y el 55% restante estaría a cargo de lo que se denomina lenguaje corporal. Son porcentajes que el propio autor del estudio, Albert Mehrabian, considera deben ser matizados en función de la situación en que se producen, puesto que en absoluto se trata de una regla matemática. Las expresiones de amor se producen habitualmente en susurro mientras que las expresiones de odio o rencor suelen realizarse en tonos de voz elevados. De la misma forma, el tono, volumen e intensidad de un locutor que retransmite un partido de tenis o un torneo de ajedrez, en nada se parecen a los de un locutor que retransmita un partido de fútbol o un combate de boxeo.

¿Por qué se grita a los obreros de una gran factoría y no a los ingenieros de una empresa de desarrollo? ¿Acaso los ingenieros no son obreros?. Una de las acepciones del diccionario español de la palabra obrero es «de los trabajadores o relativo a ellos», y no cabe duda que igual es trabajador un montador que un ingeniero o un químico. Pero en ése diccionario español existe otra acepción que es la de «trabajador manual asalariado», lo cual no deja de ser curioso cuando hablamos de un país que políticamente se desvive por acreditarse como infatigable adalid de la igualdad social, porque esa acepción excluye al ingeniero, al químico, al dependiente  y a cualquier otro trabajador que no realice trabajo manual, de la consideración de obrero. Ése el el primer tópico.

El segundo tópico es que el trabajador manual lo es porque no ha tenido igualdad de oportunidad para acceder a unos estudios, por causa de su baja extracción social. Tal afirmación fue bastante cierta desde principios del siglo pasado hasta muy avanzada la segunda mitad, pero a fecha de hoy, con millares de universitarios en el paro no es infrecuente ver a un licenciado universitario realizando trabajos manuales. Además, el acceso a la universidad pública y la proliferación de medios de información ha facilitado a prácticamente toda la población, el acceso al conocimiento permitiendo así su cultivo, lo que se contraviene con esa idea de empobrecimiento cultural generalizado que se pretende.

El tercer tópico, derivado de una parte del anterior, asume que el obrero debe ser  persona ruda en los modales, adusta en el gesto,  de lenguaje empobrecido y pésima vocalización porque eso le otorga «autenticidad». De hecho, el líder sindical acostumbrado a dirigirse a enormes masas de desconocidos suele aparecer sin corbata para dar sensación de «proximidad».

Lo malo de estas consideraciones es que los líderes sindicales en encuentros multitudinarios con trabajadores, se comportan como si los tópicos citados no fuesen tales, sino realidad. Efectivamente, la mayoría de los trabajadores que acuden a esas grandes concentraciones suelen responder a la segunda acepción «obrero» de nuestro diccionario, es decir, trabajadores manuales por cuenta ajena de media o baja calificación laboral. Ese  7%  de palabras generalmente conteniendo eslóganes trasnochados, ese  38%  de gritos propios para sordos y ese  55%  de un lenguaje corporal que quiere aparentar indignación y solidaridad en alguien que no tiene de qué preocuparse,  tiene todo el aspecto de provenir de quien está convencido que aquellos a los que está dirigiendo no le merecen el más elemental de los respetos. De alguna forma se asemeja al sargento instructor de marines que grita a unos soldados a los que adiestra, a sabiendas que nada tienen que contestarle porque lo primero que se les exige es que no piensen.

Otros sindicatos no «mayoritarios» sino simplemente profesionales, suelen debatir los problemas con sus afiliados pero utilizan ideas en lugar de eslóganes, palabras en lugar de gritos y diálogo en lugar de gestos vacuos.

Creo que algunos deberían abandonar,  ya,  ese tópico de que un obrero es un ser genéticamente embrutecido.

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4 respuestas a Típico tópico obrero

  1. cmv dijo:

    Claro que gritan, porque cuando no lo hacian estaban firmando la reforma laboral…traidores!

  2. JALAILA dijo:

    Pues aunque nunca he estado en un «mitindesos» sí que he visto por la tele en alguna ocasión lo que comentas. Igual es que si no gritan, no se enteran los de la última fila, lo lo hacen para aturdir al personal… si no llevan corbata, será por que los aborregados los sienten más próximos y lo que sí creo, es que la palabra «obrero» está absolutamente trasnochada en la sociedad en la que vivimos.

  3. cmv dijo:

    Escena de una gran pelicula, para las peliculas y sindicatos, cualquier tiempo pasado fue mejor…

  4. sebitas dijo:

    Siempre se ha sabido, y mas en este caso, que los gritos son las razones de los que no tienen razón.

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