Hay una práctica instalada en nuestro país por la que cuando el presidente del Gobierno de turno lo considera oportuno, y previa adecuación del personal de la televisión del Estado a su antojo y capricho, aparece ante las cámaras y dice cosas que tienen toda la apariencia de ser respuestas a unos periodistas que instalan en el plató.
El pasado 10 de Septiembre tuvo lugar una de esas apariciones. Entonces, el presidente era el señor Mariano Rajoy, del partido llamado «partido popular» cuyo desafortunado logotipo es un animal carroñero. Ese día, en la pista central del circo del Estado, ante las cámaras de la televisión, se representaba una obra de teatro en la que un gobierno honrado y honesto se veía dolorosamente forzado -en contra de su voluntad moral y política- a poner en la calle a un asesino en serie, bajo la invocación de motivos humanitarios. En las otras pistas, el resto de actores se rasgaban las vestiduras representando llantos porque los dineros que ingresaba la maquinaria del Estado eran muy inferiores los que los ministros-actores necesitaban para gastar en sus cosas. Como puede verse, puro drama.
Como el presidente no podía realizar una argumentación razonada de porqué tenía empeño político en poner en libertad a un asesino en serie, apeló a su condición de miembro de una banda armada separatista, y al hecho de que estaba gravemente enfermo y que «solamente pesaba 47 kilos». Por dos veces, y con voz plañidera para aparentar mayor convicción, repitió el peso: 47 kilos.
Probablemente, el Presidente, que en ése momento era plenamente consciente de la estafa de millones de votos que estaba perpetrando, no se paró siquiera a pensar en cuánto podía pesar ahora el cuerpo de alguna de las personas que ése asesino en serie había matado. Voy a darle una pista, señor Presidente: aproximadamente un 12% del peso de cuando estaba vivo, y descontando el trozo de hueso de la nuca que le arrancó la bala. Esto quiere decir que, en conjunto, los restos de los 3 Guardias Civiles asesinados por el recomendado del señor Presidente, no llegaban a pesar ni a los 47 kilos que tanta aflicción le ocasionaban al Presidente. Claro que eso al Presidente -y a juzgar por sus palabras y sus hechos- le importaba una higa. Porque en España, de media, fallece un interno en prisión cada 3 días y ya es tradición que el presidente del Estado considere hombres de paz a los jefes del asesino en serie, y se avenga a negociar con ellos los centenares de cadáveres cosechados.
Mientras tanto, en las otras pistas, los llantos arrecian y gritan a los cuatro vientos porque a la fauna política no les llega para sus gastos, y -también con gran dolor de su corazón, y por supuesto, en contra de su voluntad- se ven obligados a exprimirnos otra vuelta de tuerca.
En apariencia tan sólo se trata de una partida de bucaneros insaciables, dispuestos a saquear a ancianitos, pensionistas, curritos, empresarios semiasfixiados y demás clase indefensa. Pero es mentira. Se trata de una falacia.
Cuando uno está mal de liquidez, suele sacar pasta hasta debajo de las piedras. Y en el caso de los vagos profesionales, hasta vendiendo a la abuela en un descuido. Por tanto, no se concibe que ésta tropa deje escapar los euros a millones por varias rendijas. Si de verdad lo que quisieran fuese aumentar los ingresos, ¿qué sentido tiene dejar sin su corespondiente exacción fiscal un negocio que factura varios millones de euros al día?. ¿Alguien puede explicarlo?. Cuando los políticos de un país crean una UTE para saquear las reservas de oro del Banco de España (¿queda algún lingote?) y ponerse a negociar con asesinos en serie, cuesta pensar que no cobren impuestos a un negocio por escrúpulos.
Estoy hablando del negocio de la prostitución. ¿Hay que hacer una ley?. Pues a hacerla. Dos días en redactarla, dos en aprobarla con la mayoría absoluta y por razones de asfixia de pasta, y a contar 20 días desde que se publique en el BOE.
Sospecho que esta gente no está tan interesada en recaudar dinero como en fomentar nuestra dependencia del papá-Estado. Pero claro, en el caso del ilusionismo, y como diría el mítico René Lavand, no puede hacerse más lento (y seguiremos sin ver el truco).
Razon no te falta, el señor Rodriguez Galindo (Guardia civil) secuestro, torturo y enterro en cal viva a dos seres humanos, por estos hechos le impusieron una condena de 71 años de prision (codigo penal anterior al de 1995) De estos años cumplio 4, fue puesto en libertad condicional por depresion.
Un penado es responsabilidad del Estado, asi que vela por su vida. Cuesta creerlo pero la ley asi lo pone (tanto el codigo penal como la ley general penitenciaria y reglamento penitenciario) Que si, la vejez en una enfermedad terminal y hay gente con 80 años en la carcel (aunque la ley dice algo al respecto)
Con el comentario de que tan solo pesaba 47kg no me ha hecho gracia, mi abuelo hace poco murio de cancer, duele creer que hace 8 meses estaba practicamente andando, de la noche al dia no salia de la cama… yo lo cojia en brazos sin ningun problema. El cancer esta a la vuelta de la esquina y alguno no tienen curacion y se pasa mal, la morfina muchas veces no alivia los efectos de la metastasis. (no estoy justificando para nada su excarcelacion)
Yo creo que las cortinas de humo se las crea cada uno, tenemos suficiente informacion por internet para ver solo el nodo de antena3 (perdon, telediario) el boe se puede consultar dia a dia a partir de las 7 y media de la mañana, los telediarios son boceros del PPSOE, propaganda gratuita para terroristas y politicos, sale lo que quieren y como quieren y me sigue haciendo gracia que digan que hay libertad de prensa…
En fin un saludo y decirte que tienes muy buenas aportaciones al blog.
PD: Sin el terrorismo nuestros politicos estan muertos (politicamente hablando)