Lo que no se ve

Me contaron, hace ya tiempo, que durante la segunda guerra mundial, la armada de Estados Unidos realizó una encuesta en sus porta-aviones, consistente en marcar sobre un croquis de un avión los impactos que traía al regresar de combate. Esta encuesta, que se hacía sobre todos los aviones ordenadamente sobre cada modelo, se llevaba a cabo en todos los porta-aviones y se enviaban a una oficina de coordinación, donde se iban superponiendo todos los datos homogéneos recibidos.

Al finalizar la encuesta, tenían un croquis de avión con multitud de impactos diseminados aleatoriamente por todo el fuselaje, excepto en algunas zonas muy localizadas, que curiosamente no llevaban marcado ningún impacto. La encuesta trataba de determinar las zonas mínimas a blindar de los aviones con el fin de disminuir pérdidas. Pues bien, la decisión fue blindar precisamente aquellas zonas que no presentaban ningún impacto recibido.

La conclusión es lógica, pero siempre la he encontrado muy interesante. Los impactos sobre el fuselaje de los aviones debían ser completamente aleatorios en toda su superficie. La total ausencia de impactos en determinadas zonas, lo que quería decir era que aquellos aviones que habían sido alcanzados en esas zonas no habían entrado en la encuesta, por la sencilla razón de que no habían regresado al porta-aviones. Aquellas zonas eran las realmente vitales y por tanto las que se debían blindar.

Cuento esto porque desde entonces, siempre que reflexiono sobre un tema, o trato de resolver alguna encrucijada, procuro meditar sobre las cosas que no se ven del problema que se plantea.

Cuando vemos un accidente, no vemos todos los “no accidentes” que  se han producido.

Cuando nos cuentan una nueva corrupción, no vemos a todas las personas no corruptas que se mantienen en la honestidad.

El proceso ocurre en ambos sentidos, cuando vemos a una persona destacar por algún acto heroico, no vemos la cantidad de cobardes que se esconden detrás.

Desgraciadamente no se puede hacer un telediario de las cosas que, afortunadamente, no han ocurrido.

En estos meses de tanta corrupción diaria, lo que no vemos es que ésta no se ha producido en estos meses, si no que se ha generado a través de años, de gobiernos, de presidentes de jueces de medios de comunicación que han mirado para otro lado. Debemos felicitarnos de tener un escándalo nuevo cada día y desear que los responsables de sacarlos a la luz, investigarlos y juzgarlos tengan el coraje de llegar hasta el fondo sin ira, sin ánimo de venganza ni de revancha, pero implacablemente, llegando hasta el corazón del problema y purgando todo el pus. Vale que el que esté libre de pecado será el que pueda tirar la primera piedra. Pues habrá de tirarla y hacer tabla rasa o caeremos todos.

En estas fechas que tantas luces nos deslumbran, habrá que entornar los ojos y ver lo que no se ve.

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Una respuesta a Lo que no se ve

  1. Meli dijo:

    Interesante punto de vista, invita a reflexionar.

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