Hace unos días tuve conciencia de estar cometiendo una de mis pifias habituales. Me pareció tan espantosa que la «colgué» en Facebook… a mayor escarnio y auto flagelación de mi torpeza. Decía así:
Hombres..
Hoy nos toca limpieza en casa.
Mi mujer y yo vamos a por un cristal grande, lo ladeamos, apoyamos y mientras yo sujeto el cristal ella, con su brazo derecho, justo con el hombro que tiene hecho polvo por una lesión del supraespinoso, se queja de los dolores, al intentar limpiarlo.
Sin inmutarme y sin pestañear, con la mayor de las naturalidades le he dicho: «Pues mujer, usa el otro brazo, que verás como lo haces bien».
Ella no me ha respondido, pero «algo» en mi neurona única me ha alertado de que había más opciones, así que le he quitado el trapo y lo he frotado, mientras le reconocía, muerto de vergüenza mi bajeza humana.
Como es «ella», sólo han habido risas, y le he dicho que ahora mismo lo contaba aquí para la peña.
Hoy no es el «día de vosotras», pero como si lo «furiese». Aprovecho para pedir públicamente perdón a todas vosotras por ser así de torpe y agradecer a la que me aguanta y las demás, el ser como sois.
Besote
y… se me ocurrió enviarla por e-milio a la familia, (principalmente dirigido a las féminas para aumentar mi vergüenza). Eso produjo la siguiente respuesta de Julia:
Hombres- 2
Regreso a casa después de una sesión de fisioterapia en la que tratan de ayudarme a superar el problema de una hernia del disco que desde finales de Noviembre me hace llorar de dolor al andar, aunque dé pocos pasos y encorvada como una bruja.
Vuelvo contenta porque parece que me voy enderezando y dando algún pasito sin dolor. Animada por los progresos, podo las plantas del balcón (sentada en una silla), riego, pongo varias lavadoras, y plancho todas las camisas que se habían ido acumulando. Paso una noche de infierno y los dos días sucesivos sin dar un paso por el terrible dolor.
En la siguiente sesión de fisio se lo cuento a la terapista que me regaña por no saber cual es mi límite de esfuerzo y sobre todo por planchar. Parece ser que cada diez minutos de plancha tendría que descansar unos 20…..
Se lo cuento al compañero de mi vida que lleva teniendo «cuidado» de mi unos 4 meses. Me regaña también sobre todo por haber planchado y me dice angelicalmente y convencido: » y lo peor es que lo haces sin que nadie te lo pida»
La respuesta que se me ocurre inmediatamente es » nadie me lo pide pero nadie lo hace» porque desde Noviembre que estoy mal ¿como aparece la ropa planchada en el armario?
Considerando que vivo en la patria de Alberto Sordi, sé que la frase que me ha dicho, es índice de cariño y de bondad de «hombre» que nunca pretendería de mi algo que no puedo hacer.
Añado que ha precisado que tiene tantas camisas que puedo estar un mes sin planchar y al límite «PLANCHA ÈL». La primera y única vez que lo hizo, después de haber yo pasado por el quirófano,hasta le hice una foto. ¡Ah! Planchó de maravilla!!!
Lo dicho: Hombres
y claro, también entró en liza la respuesta de Carmelo:
Pues mira, es una pregunta que no me había hecho nunca: ¿cómo aparece la ropa planchada en el armario?.
Los arcanos de la vida son inescrutables.
…
En cuanto a lo que ha puesto Carlitos, por lo menos su neurona le alertó de que había más opciones para la limpieza del cristal. Mi neurona todavía no me ha hecho darme cuenta de cual sería la otra opción.
para que pudiera purgar más a gusto mis culpas, llegó rauda la respuesta de la hija de Julia:
Tercera y última opción: señora de la limpieza que planche.
Pros: beneficia a las relaciones conyugales; no afecta al supraespinoso, hernias discales y otros achaques con o sin edad avanzada; realiza la magia de hacer aparecer la ropa en el armario.
Contras: hay que darle 8 euros la hora; la magia tiene a menudo desperfectos (el armario no era el indicado, y nunca lo hace como tu lo harías).
Conclusión:
cuando la jornada media consiste en:
- levantarse a las 6,
- luchar dos horas seguidas con dos enanos que: no me quiero levantar/no me gusta el desayuno/quiero los zapatos rojos no los verdes/quiero que me recoja yaya y no yayo etc etc etc
- Llegas a la oficina/cárcel y trabajas 11 horas sin respirar, menos medía consumiendo un rancho espantoso que no mata pero engorda en los subterráneos de la cárcel;
- te tiras una hora metida en el tráfico y otra media para aparcar;
- todavía hay que darle la cena a los enanos, acostarles,fregar los platos, ducharse y mandarle email al arquitecto…
- ni sabes que es primavera si no te lo recuerdan tus tíos, ni te planteas opciones, abres el armario y rezas que la magia haya funcionado. Al 80% si.
Solo a veces la magia funciona al revés. y sucede que alguna noche abres el armario y el pijama verde del niño no está, y el azul tampoco y tampoco en el tendedero ni en el cesto para lavar ni el de la plancha. El nene con infalible intuición se huele que algo no funciona y empieza a chillar a un volumen de decibelioss que la comunidad no puede soportar. La hermana ya en la cama se queja chillando porque no la deja dormir.
Repasas mentalmente si te quedan opciones pero no hay tiempo y como las neuronas se te han agotado hace varias horas agarras cualquier chandal arrugado del barreño de la plancha y le metes en la cama a todo correr.
Y mientras te preguntas si el cuento de la emancipación femenina no haya sido un gran engaño. Pero no hay tiempo ni neuronas para pensarlo.
Así qué te vas a la cama contenta con tu magia derecha o del revés.
Viva la mujeres modddernasss!!!!
Ah naturalmente tampoco tienes facebuk… No hay tiempo!
aparece ¡jugándosela! la respuesta conciliadora de Carmelo:
Naturalmente, tenía que ser una mujer la que diera con ésta tercera, última, y mejor opción.
En cuanto al relato de un día a día, desde las 6 de la mañana……, escalofriante.
Bueno, he visto que hay una cosa buena en el relato: que hay unos tíos que le recuerdan que ya es primavera. Algo es algo.
Y otra cosa buena: mañana domingo no habrá despertador a las 6 ni 11 horas de trabajo, ni horas atascados en el tráfico, así que: FELIZ DOMINGO, y coged fuerzas para el lunes.
y claro, pronto empiezan a aparecer mayúsculas en la nueva réplica de Julia:
Error! El despertador biológico de los niños no cambia el sábado ni el domingo.
En cuanto al día a día… pues sí, te hace pensar que ser SÓLO ama de casa es un privilegio, porque por mucha colaboración de maridos modernos, y por muchas asistentas planchadoras que haya, al final la organización general de la casa y familia es siempre femenina.
Y como sigamos pidiendo más derechos…. ¡Vamos listas!
y van apareciendo detalles perversillos en la respuesta de Carmelo:
No, error no. Yo sólo he dicho que mañana (ya hoy domingo) no habrá despertador a las 6 am. ni 11 horas de trabajo en oficina ni horas atascados en tráfico. De los demás temas no he dicho nada.
Y de vuestros derechos….., algo habéis conseguido. ¿Recordáis cuando mamá decía eso de: «……es un hombre muy bueno, cuando llega del trabajo saca a pasear a su mujer». Ahora podéis pasear solas. Poco a poco vais consiguiendo cosas.
Julia responde recurriendo a las mayúsculas, para dar énfasis::
Es que el despertador de mi hija son los niños que se despiertan a las 6-6.30 los domingos igual. Eso si, no hay prisas para arreglarlos, ni tráfico, ni trabajo-cárcel.
Es verdad, ya no no nos «sacan» a pasear ni como decía el refrán «la mujer en casa y con la pata quebrada» ( por cierto como yo……), pero se sigue considerando por ejemplo que el hombre que hace cosas en casa, AYUDA a la mujer, considerando implícitamente que el trabajo casero es de la mujer y el hombre es bueno, porque le ayuda. Nunca se dice es muy buena esposa, AYUDA EN CASA!
y claro, Melina aparece en escena:
Llegamos ahora a casa, es la una y media de la noche y antes de quitarme la ropa para ir a dormir estoy leyendo los correos intercambiados, siento no haber podido participar en ellos, con lo que nos gusta esa comunicación al final del día. Chapeau para la hija de Julia y su tercera opción, claro que el relato de su día a día me ha llenado de estrés. Desde luego doy toda la razón también a Julia que por muchos siglos que pasen, las tareas domésticas,cuidado de niños, y demás cosas del hogar las asumirán siempre las mujeres. Mucha revolución por conseguir derechos fundamentales, mucha liberación femenina, pero estos temas de pareja y de reparto de tareas no ha cambiado mucho. Si es cierto que el hombre hoy dice mucho eso de: ¿Te ayudo?, ¿te paso el aspirador? (como si fuese a nosotras en vez de al suelo), en fin nos lo tenemos que tomar con humor porque no creo que tenga una solución a la vista. Buenas noches a todos. Besitos y buen domingo.
remate certero ¡y demoledor! de la hija de Julia:
Yo tengo un marido muuuuuuy moderno. Transcurre con los niños el mismo tiempo que yo, sale al mercado ( sin lista eh!) se levanta a las 6 y cocina un roast beef de medio kilo para toda la semana. Una auténtica joya! El te diría que estamos en Igualdad completa. Pero no le preguntes donde esta el pijama del niño que la magia se ha tragado. Ni distingue el pijama del chandal de gimnasia, ni sabe a que hora salen del cole, quien los recoge ni que día tienen natación. Y si salimos de viaje él prepara una maleta (la suya) y yo tres.El ciclo productivo por el cual la ropa va del cesto a la lavadora/ tendedor/barreño/plancha y armario y la misma razón profunda de todos estos pasajes sigue siendo un misterio sin ningún interés por descubrirlo. La magia del armario es la última frontera por conquistar!Así que yo creo una cosa: que eso de la emancipación ha sido buena cosa pero se ha quedado a mitad. La ley nos ha dado derechos pero no oportunidades. Una auténtica igualdad supondría una ley que imponga que mujeres con niños no puedan trabajar más de 7 horas diarias para que en la otras 4 se haga el trabajo del armario. Y con esto no dejen de ser jefas, doctoras o directoras porque no son las horas que te limitan si no las capacidades.En fin: un sueño todavía por conquistar en un mundo muy diferente del nuestro…Besitos a todos…
y remata la jugada Melina, comentando el último mensaje de la hija de Julia:
Pues la respuesta no puede ser más clara, efectivamente no podemos ignorar los derechos que la mujer ha logrado, pero eso no quita que la mujer siga teniendo que usar esos derechos conquistados que hacen que pueda optar a puestos de trabajo en igualdad con los hombres pero……cuando llega al hogar común, digamos que la planificación y estrategia cotidiana de la familia es cosa suya, vamos que la mujer trabaja fuera y dentro, mientras que el hombre trabaja fuera y algo (poca cosa) dentro. Lo más importante es que han conseguido que esos derechos alcanzados enmascaren todo el trabajo que sigue siendo «cosa de mujeres» y que nosotras estamos encantadas con esa liberación que nos permite trabajar como uno de ellos fuera y trabajar como mujeres de antes…..dentro del hogar, porque consideramos, como decíamos en los años 70, con gran alegría, que ya estamos «liberadas». Que ironía.
interviene por último, el remate aplastante de nuestra sobrina Raquel:
Desde luego hay que llevarlo con humor, relato una historia cotidiana. Vaya por delante que tengo tres hijos, de 11, 7 y 4 años, a los cuales me dedico a pleno rendimiento el tiempo que el ejercicio de mi profesión me deja libre, como con ellos (comida que preparo por la noche), y todas las tardes les llevo a sus distintas actividades extraescolares, luego preparo resúmenes de sus lecciones para ayudarles en sus tareas y repaso y explico las dudas que puedan tener que suelen ser bastantes, luego baño de los tres, cena, rito de acostarles y leerles algo antes de dormir, y aún me quedan cosas por hacer y recoger antes de que pueda sentarme a descansar un rato. Mi esposo, tiene un horario muy amplio lo que hace que se escape de casi todas estas tareas.
Tres días al año se lleva a los niños a esquiar, afición que ha inculcado a los niños, y yo aprovecho para tener tiempo para mí. Invariablemente no han hecho más que llegar al hotel cuando recibo la primera llamada y con una voz quejumbrosa y estresada, me relata que los niños le vuelven loco, que no quieren ponerse la ropa que les dice, que quieren hacer tal cosa antes de bajar al comedor, que en el baño protestan, etc… y a cada cosa añade: «No tienes idea de lo que es ésto». a lo que contesto: «Es verdad, no tengo ni idea», a la tercera vez que se lo digo, reacciona y dice: Bueno, cariño, quiero decir ……y vuelve a añadir: «Pero no tienes ni idea». Es el momento en que yo digo, «Son 3 días, sólo 3 días, no quiero saber nada, ni bueno ni malo, solo si hay una emergencia, adiós» y cuelgo el teléfono. Cuando regresa, me «pasa los poderes», toda la ropa por lavar, él hecho polvo y ya ha cumplido hasta el año que viene….¡ hombres!
Hola, despues de leer todas vuestras intervenciones solo puedo llegar a una conclusion: ESTOY CONTENTO DE HABER NACIDO HOMBRE… porque el trabajo de mujer no hay dinero en el mundo que lo pague