Y no es necesaria ninguna dictadura, es ingeniería social.
La ventana de Overton es una teoría política que describe cómo se puede modificar la percepción de la opinión pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas sean aceptadas a largo plazo, vinculando una intervención gubernamental que se iría desplazando como un marco virtual desde el que observar el trayecto a recorrer desde el rechazo social profundo hasta la aceptación por la población como normal e incluso deseable.
En la presentación de esta teoría suelen utilizarse como ejemplos temas tabú, como la pederastia, el canibalismo o el incesto.
Como vamos a ver, la teoría también puede explicarse utilizando la idea de amnistiar el terrorismo para beneficiar a los terroristas. Veamos las 5 fases que propone Joseph Overton:
Etapa 1: de lo impensable a lo radical
En la primera etapa, la amnistía de los terroristas se encuentra por debajo del nivel más bajo de aceptación social de la ventana de Overton. La sociedad lo considera un práctica propia de inmorales, traidores o cómplices de los terroristas. Esta idea se considera repugnante y ajena a toda moral. En este punto, la ventana está cerrada y no se mueve.
Para comenzar con el cambio de opinión, se traslada la idea al ámbito científico (jurídico en nuestro caso), ya que para los científicos no deben existir temas tabúes. Así, la comunidad intelectual analizaría las tradiciones y rituales de otros países, a la vez que se señala un grupo radical de terroristas que son advertidos por los medios de comunicación.
Etapa 2: de lo radical a lo aceptable
Tras la etapa 1, la idea ha pasado de ser impensable a discutirse. En la segunda etapa, se persigue la aceptación de la idea. Con las conclusiones de los científicos, podrá calificarse de intransigentes a quienes se nieguen a adquirir conocimientos sobre el tema tratado.
Las personas que se resistan comenzarán a ser vistos como fanáticos que se oponen a la ciencia. Los intolerantes son condenados públicamente a medida que la idea va perdiendo sus connotaciones negativas, llegando incluso a cambiar el nombre de terrorismo por terrorismo respetuoso. Poco a poco, los medios de comunicación harían que el hecho de comer amnistitar terroristas pueda considerarse como algo aceptable y respetable.
Etapa 3: de lo aceptable a lo sensato
Consiguiendo que la amnistía a los terroristas se convirtiese en un derecho común, podría pasarse de una idea en principio inaceptable a algo sensato. Mientras tanto, quienes sigan oponiéndose a la idea seguirán siendo criticados. Estas personas pasarían a ser consideradas radicales que están en contra de un derecho fundamental.
Por otro lado, la comunidad científica y los medios de comunicación insistirían en que la historia humana está repleta de casos de perdón, sin que esto fuese extraño para esas antiguas sociedades.
Etapa 4: de lo sensato a lo popular
En estos momentos, la amnistía de los terroristas se convierte en un tema predilecto. La idea comienza a mostrarse en las películas, en series de televisión y en cualquier otro método de entretenimiento como algo positivo. A su vez, se ensalza a personajes históricos que hayan estado relacionados con estas prácticas. El fenómeno es cada vez más multitudinario, y continúa reforzando su imagen positiva.
Etapa 5: de lo popular a lo político
Finalmente, la ventana de Overton, cerrada al principio, se ha abierto de par en par. En esta última etapa comienza a prepararse la maquinaria legislativa que legalizará el fenómeno. Los partidarios de la amnistía de los terroristas se consolidan en la política y comienzan a buscar más poder y representación.
Así, una idea que en principio era impensable e inmoral en todos sus aspectos, ha llegado a establecerse en la conciencia colectiva como un derecho mediante una teoría que puede cambiar la percepción pública sobre cualquier idea, por disparatada que pueda ser.